5 cambios que el amor crea en el cuerpo
5 cambios que el amor crea en el cuerpo Está científicamente probado que el sentimiento de amor causa muchos cambios en el cuerpo. Datos curiosos sobre esta emoción que activa las hormonas…
La pregunta ‘¿Qué es el amor?’ es respondida con estos síntomas
El sentimiento de amor que te hace perder el control… tu corazón se salta un latido. Las mariposas revolotean dentro de ti. ¡El amor es la razón de esta poderosa emoción que cambia tu química! La emoción que hace que nuestros ojos sonrían, añade energía a nuestra energía, y causa una dulce palpitación en nuestros corazones con el constante deseo de verla… Aunque la duración del amor y si es una adicción varía de persona a persona, una cosa es indiscutible: enamorarse nos afecta tanto física como emocionalmente. Los estudios muestran que cuando las personas con dolor físico observan una imagen de su ser querido, el dolor moderado se reduce en un 40 por ciento y el dolor intenso en un 15 por ciento. Pero por supuesto, los efectos positivos son más evidentes en una relación feliz donde los sentimientos son mutuos, donde ambos amamos y somos amados. También es cierto que el dolor del amor rompe nuestros corazones y en algunos casos incluso afecta negativamente a nuestra salud. Cuando nos enamoramos, tenemos mariposas en el estómago, nuestro corazón late más rápido cuando vemos a esa persona, y nuestras rodillas se debilitan cuando nos encontramos con ellos inesperadamente. Sí, nos sentimos diferentes de muchas maneras cuando nos enamoramos. Esto es debido a los cambios químicos causados por el amor. ¿Pero cómo y por qué?
1. Se libera la hormona dopamina
Cuando nos enamoramos, nuestro cerebro libera una hormona feliz llamada dopamina. La dopamina crea ese vínculo especial entre nosotros y la persona de la que estamos enamorados. Por lo tanto, en un ambiente con muchas personas, la única persona que nos excita es ‘la persona de la que estamos enamorados’ y cuando nos sentimos infelices, escuchar su voz nos hace sonreír. La dopamina puede seguir presente en las relaciones a largo plazo como lo fue al principio de la relación. ¡Por supuesto, el secreto no está en la química, sino en la persona misma!
2. ¿Por qué pensamos en él todo el tiempo?
Otra sustancia que cambia cuando nos enamoramos es la serotonina. Niveles adecuados de serotonina en el cuerpo aseguran una regulación saludable de nuestras emociones, patrones de sueño y apetito, relaciones sociales y sexuales. Sin embargo, cuando nos enamoramos, el nivel de serotonina disminuye alrededor de un 40%, al igual que en los trastornos obsesivo- compulsivos. Por esta razón, al igual que los pensamientos obsesivos que se ven en este trastorno, constantemente pensamos en la persona de la que estamos enamorados, nos preguntamos acerca de ellos, dejamos de comer, beber e incluso dormir.
3. Abrazos calma
En muchas áreas de la psicología, el efecto calmante del abrazo es ahora reconocido. Esto también es cierto para el amor, especialmente porque el contacto físico que experimentamos con la persona que amamos activa la ‘oxitocina’. La oxitocina no es solo un químico que encontramos cuando estamos enamorados. Es el factor más importante que aumenta la producción de leche en las nuevas madres y permite el vínculo con el bebé. También causa la necesidad de abrazos.
4. Nuestros ojos brillan con amor
La felicidad hace que nuestros ojos sonrían y brillen. Los estudios muestran que cuando miramos a la persona de la que estamos enamorados o algo que amamos, nuestras pupilas se dilatan, lo que nos hace más atractivos y agradables. Entonces, ¿por qué nuestros ojos brillan cuando estamos enamorados? La hormona noradrenalina liberada cuando nos enamoramos aumenta la excitación y por lo tanto hace que las pupilas se dilaten, así como los signos de excitación.
5. El amor no sabe palabras, nuestro corazón late rápido
A medida que nos acercamos al momento en que veremos a la persona de la que estamos enamorados, nuestro corazón comienza a latir más rápido, comienzan las palpitaciones dulces, nuestras manos sudan y decimos “¿Qué me está pasando?”. La respuesta: ¡adrenalina! Porque el amor acelera la circulación de sangre y oxígeno, haciendo que nuestras palmas suden y nuestra cabeza gire.