¿A qué hormonas afecta la risa y cómo?
¿A qué hormonas afecta la risa y cómo? Se sabe que la risa tiene muchos beneficios para la salud, pero cómo incluso una sonrisa causa cambios en las hormonas…
La risa regula las hormonas ¿
Sabes que la risa tiene más beneficios para la salud de lo que crees? Según un estudio estadounidense, la risa es un tratamiento eficaz para reducir el estrés. La investigación muestra que incluso la anticipación de una buena risa regula los niveles de las hormonas “cortisol”, “adrenalina” y “dopamina” en el cuerpo. El funcionamiento regular de estas hormonas protege el sistema inmunitario y puede ayudar a prevenir el cáncer. La risa también puede reducir el dolor. “Si usted está sufriendo de dolor crónico, ver un stand-up o ir a una película de comedia para ayudar a su tratamiento”, sugieren los investigadores. Porque tener una perspectiva positiva de la vida y ser alegre aumenta la tolerancia al dolor. Incluso 15 minutos de risas fuertes pueden reducir la angustia en un 10%. La risa libera químicos en el cuerpo que te hacen sentir bien, como la hormona endorfina, que se libera durante el ejercicio y reduce la intensidad del dolor.
Los beneficios de la risa para la salud de la mente y el cuerpo son los siguientes:
Reduce el estrés y la tensión. Puede proteger a la persona de enfermedades relacionadas con el estrés. Aumenta la tolerancia del cuerpo al dolor. Fortalece el sistema inmunológico. Lucha contra la depresión. Revela la sensación de disfrutar de la vida. Disminuye la presión arterial y mejora la función cardíaca. Disminuye los niveles de azúcar en la sangre. Cambia las percepciones negativas y aumenta el espíritu. Proporciona apoyo en el tratamiento psicológico de pacientes con cáncer. Refuerza el optimismo, la resiliencia, la autoeficacia y otras emociones positivas en el
trabajo. Promueve la felicidad en las relaciones. Crea confianza y facilita el tratamiento de las dificultades en la vida social.
La hormona que regula el estrés: Cortisol
El cortisol se produce en el área de la cáscara de la glándula suprarrenal. Regula la respuesta del cuerpo al estrés. Nos mantiene energizados y saludables. Su función principal es controlar el estrés físico y psicológico. La respuesta del cuerpo al estrés es elevar los niveles de cortisol. Aumenta la presión arterial y el azúcar en la sangre y suprime el sistema inmunológico. Los niveles persistentemente altos de cortisol pueden causar úlceras estomacales, sobrepeso, presión arterial alta, fatiga, ansiedad, azúcar en la sangre alta y colesterol. Por el contrario, los niveles bajos de cortisol pueden causar presión arterial baja y síndrome de fatiga crónica.
¿Qué es un trastorno hormonal?
Las hormonas son secreciones producidas por metabolismos para controlar ciertas actividades en el cuerpo. También llamadas secreciones internas, las hormonas son moléculas químicas mensajeras entre una célula o grupo de células y otras células. Se producen en las glándulas de secreción interna (glándulas endocrinas) y se liberan en la sangre. Circulan en la sangre y alcanzan los tejidos diana, donde se unen a receptores especiales y ejercen sus efectos. Cualquier alteración en el sistema que mantiene el equilibrio natural en el flujo hormonal causa trastornos hormonales. Aumento o disminución de la secreción puede ser causada por trastornos circulatorios, medicamentos, tumores benignos o malignos. A veces también es un problema si la hormona existente no tiene el efecto esperado. Esto se llama resistencia hormonal.
¿Cómo reconocer un trastorno hormonal?
Dependiendo de la gravedad y el tipo de trastorno hormonal, las quejas que surgen llevan a la persona al médico. Según estas quejas y los resultados de los exámenes, los trastornos hormonales se pueden diagnosticar con una serie de pruebas. Por ejemplo, si la hormona del crecimiento está sobre-secretada, el crecimiento excesivo en la altura ocurre en la adolescencia y el crecimiento en los oídos, la barbilla, las manos y los pies en la edad adulta. Cuando está sub- secretada, baja estatura/ enanismo se produce en los niños, y la fatiga y la disminución de la calidad de vida se producen en los adultos.