Anemia ferrica y déficit de hierro: síntomas y causas
Anemia ferrica y déficit de hierro: síntomas y causas La anemia ferrica, también conocida como anemia por deficiencia de hierro, es un trastorno hematológico frecuente caracterizado por niveles bajos de hierro y hemoglobina en la sangre. Esta condición impide que los glóbulos rojos transporten oxígeno eficazmente por todo el cuerpo, lo que puede causar una variedad de síntomas debilitantes. Entender las causas subyacentes de la anemia ferrica y cómo identificar los síntomas clave es fundamental para buscar un diagnóstico y tratamiento adecuados. Este artículo profundizará en los detalles de esta anemia, incluyendo sus síntomas, causas y opciones de tratamiento con hierro y suplementos de hierro.
¿Qué es la anemia ferrica?
La anemia ferropénica, también conocida como anemia por deficiencia de hierro o anemia por falta de hierro, es un trastorno en el que los niveles de hierro y hemoglobina en la sangre son demasiado bajos. La hemoglobina es una proteína presente en los glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno a todo el cuerpo. Cuando hay una deficiencia de hierro, la producción de hemoglobina disminuye, lo que impide que los glóbulos rojos puedan oxigenar adecuadamente los tejidos y órganos. Esto puede generar una serie de síntomas, desde fatiga y debilidad hasta problemas de concentración y rendimiento físico. La anemia ferrica es la forma más común de anemia a nivel mundial y afecta a personas de todas las edades y sexos.
Síntomas de la anemia ferrica
Los síntomas de anemia ferropénica varían en severidad y pueden desarrollarse de forma gradual a medida que los niveles de hierro y hemoglobina disminuyen. Los síntomas más comunes incluyen:
Cansancio y debilidad constantes, incluso después de descansar. La falta de hemoglobina impide que los glóbulos rojos transporten eficazmente el oxígeno a todo el cuerpo, lo que puede generar esta sensación de agotamiento.
Palidez en la piel, las uñas y las membranas mucosas, como resultado de la ferritina baja y la disminución de la circulación sanguínea.
Mareos y problemas de concentración debido a la insuficiente oxigenación del cerebro.
Otros síntomas pueden incluir latidos cardíacos rápidos, dolores de cabeza, uñas frágiles y caída del cabello.
Causas de la anemia ferrica
Las principales causas de la anemia ferrica incluyen la pérdida de sangre, ya sea debido a menstruaciones abundantes, úlceras, hemorroides o problemas gastrointestinales. Otra causa común es una dieta deficiente en hierro, donde la ingesta de alimentos ricos en este mineral es insuficiente para cubrir las necesidades del organismo.
Asimismo, problemas de absorción de hierro, como los asociados a enfermedades celíacas o a la enfermedad de Crohn, pueden llevar a la anemia ferrica. El embarazo también es un factor de riesgo, ya que el feto requiere un aporte extra de hierro que puede agotar las reservas de la madre.
Ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), también pueden contribuir a la aparición de anemia ferrica al irritar el revestimiento del estómago y provocar sangrados. Finalmente, algunas enfermedades crónicas, como la insuficiencia renal o las infecciones crónicas, pueden interferir con la utilización del hierro por parte del organismo.