Aneurismas cerebrales ¿Qué es un aneurisma cerebral? Los aneurismas son protuberancias y burbujas que se forman en las arterias y los vasos aórticos del cuerpo en general. Un aneurisma cerebral es una protuberancia o hinchazón de los vasos sanguíneos del cerebro. Los aneurismas cerebrales son causados por adelgazamiento de la pared arterial. Cuando se observan en una resonancia magnética o tomografía computarizada del cerebro, estas protuberancias o hinchazón a menudo parecen frutas colgando de una rama. Una de cada 10 personas con un aneurisma cerebral desarrolla una hemorragia cerebral como resultado de una burbuja. Los síntomas de una hemorragia cerebral incluyen dolor de cabeza severo, visión doble y párpados caídos. Aunque los aneurismas cerebrales son alarmantes, muchos aneurismas cerebrales son asintomáticos y no causan problemas de salud. Sin embargo, si hay antecedentes familiares de aneurismas, es muy importante someterse a revisiones médicas regulares y tomar precauciones contra problemas futuros.
Aunque se desconoce la causa de los aneurismas, se cree que el tabaquismo, la hipertensión arterial y los factores familiares juegan un papel importante.
Causas ¿Qué causa los aneurismas cerebrales? Muchos factores pueden causar el debilitamiento de la pared arterial y conducir al desarrollo de un aneurisma. Los aneurismas cerebrales son comunes en los adultos. También son más comunes en las mujeres que en los hombres.
Edad avanzada (después de 40 años) Fumar: Fumar desgasta la estructura vascular, lo que puede causar que un problema ya existente se desarrolle aún antes y cause sangrado.
Aterosclerosis (arteriosclerosis) Uso indebido de drogas (especialmente cocaína) Daño a los vasos sanguíneos después de lesiones en la cabeza y otros traumas Presencia de cáncer o tumores en la cabeza o el cuello Alcoholismo
Algunas infecciones de la sangre
Factores de riesgo congénitos Enfermedades del tejido conectivo (como la enfermedad de Ehler-Danlos) Enfermedad renal poliquística Enfermedades reumáticas Síndrome de Marfan Coartación de la aorta Malformación arteriovenosa en el cerebro (maraña vascular cerebral) Antecedentes familiares de un aneurisma cerebral anterior.
Síntomas ¿Cuáles son los síntomas de un aneurisma cerebral? Los aneurismas cerebrales pueden mostrar sus síntomas de dos maneras. La primera se produce como resultado de la compresión de cualquier área en el tejido cerebral debido al efecto de masa. En tales casos, la función del área comprimida no se puede cumplir plenamente y se producen interrupciones relacionadas. Por ejemplo, el aneurisma puede ocurrir junto a un nervio importante que mueve el párpado.
Como resultado de la presión del aneurisma en este nervio, el paciente puede desarrollar un párpado caído o pupila dilatada. Por esta razón, los párpados caídos deben tenerse en cuenta, ya que puede ser un presagio de un aneurisma. Si el aneurisma no desarrollado es pequeño, es posible que no cause ningún síntoma. Sin embargo, los aneurismas grandes no desarrollados pueden presionar el tejido cerebral y los nervios y causar los siguientes síntomas:
Dolor detrás del ojo Pupilo ancho Perturbaciones del campo visual, doble visión Entumecimiento, debilidad, parálisis en un lado de la cara (parálisis facial)
El segundo es los síntomas de sangrado que se producen cuando el aneurisma se rompe, que son más graves que el primero. La cefalea severa es el primer síntoma de un aneurisma cerebral sangrante. Los pacientes reportan dolores de cabeza de una gravedad que nunca han experimentado antes, diciendo: “Es como si algo explotara en mi cabeza.” Debajo de la membrana alrededor del cerebro hay una capa de agua. El sangrado fluye hacia el agua y se propaga por donde circula el agua del cerebro. La presión dentro
la cabeza aumenta como resultado de la circulación deteriorada del agua del cerebro. Esta es la causa de un dolor de cabeza con un aneurisma cerebral. Además del dolor, también se pueden presentar los siguientes síntomas:
Náuseas, vómitos Visión doble y borrosa Confusión Deterioro de la memoria, la percepción y la atención Sensibilidad a la luz Convulsión Pérdida del conocimiento
Métodos de diagnóstico Tomografía computarizada y resonancia magnética del cerebro La mayoría de los aneurismas en el cerebro se pueden diagnosticar con métodos de TC y RMN.
Angiografía cerebral Se realiza para un examen más detallado que la TC y la RMN. El líquido de contraste se inyecta a través de un pequeño tubo (catéter) en un vaso sanguíneo en el brazo o la pierna. Los vasos sanguíneos del cerebro se mapean con una máquina de rayos X. Su médico puede diagnosticar un aneurisma en consecuencia.
Examen de líquido cefalorraquídeo Su médico puede realizar esta prueba si sospecha un aneurisma reventado. El líquido cefalorraquídeo se extrae con analgésicos. Si hay sangre en este líquido, puede significar que el vaso se ha roto.
Métodos de tratamiento Hoy en día, hay dos tratamientos eficaces para los aneurismas que se rompen y causan sangrado:
Corte quirúrgico
Aneurismas cerebrales ¿Qué es un aneurisma cerebral? La cirugía cerebral se realiza para cerrar el globo de aneurisma con pinzas llamadas clips. Durante la operación, el médico llega al aneurisma extrayendo parte del hueso del cráneo y abriendo las meninges, y encuentra el vaso principal que alimenta el aneurisma. Para cortar el flujo sanguíneo, coloca un clip de metal donde el aneurisma está abierto y detiene el flujo sanguíneo.
Endovascular Coiling No es una operación en la que se abre el cráneo. Se inserta un cable de platino blando en la vena con la ayuda de un catéter, que generalmente se inserta a través de la ingle. El alambre se coloca en un globo en forma de globo, donde forma un coágulo y detiene el flujo sanguíneo. Ambos procedimientos tienen riesgos. Aunque el tratamiento endovascular se considera más seguro y no invasivo, el riesgo de resangrado es mayor y puede requerir procedimientos adicionales.
Cirugía de desviación de flujo (colocación de malla) Se usa para aneurismas más grandes donde la cirugía o la endoscopia pueden no funcionar. Se realiza en cirugía abierta bajo anestesia general, abriendo el cráneo y las membranas. En este procedimiento, el médico coloca un stent en la pared interna de la arteria en el cerebro, lo que cambia la dirección del flujo sanguíneo. Esto evita la acumulación de sangre en la arteria y el estallido de la arteria.