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Colangitis biliar primaria: síntomas, causas y tratamiento

Colangitis biliar primaria: síntomas, causas y tratamiento La colangitis biliar primaria (CBP) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a los conductos biliares del hígado. Esta patología causa inflamación y cicatrización progresiva de los conductos, lo que dificulta el flujo de bilis y provoca colestasis, ictericia y prurito intenso. La CBP es una de las principales enfermedades colestásicas que afectan al hígado, y si no se trata a tiempo puede desembocar en cirrosis hepática. El origen de la CBP se desconoce, pero se cree que está relacionado con una respuesta autoinmune anómala que ataca a los conductos biliares. El tratamiento se basa principalmente en el uso de fármacos inmunosupresores, como el ácido ursodesoxicólico, para frenar la progresión de la enfermedad y mejorar los síntomas.

¿Qué es la colangitis biliar primaria?

La colangitis biliar primaria (CBP) es una enfermedad crónica y progresiva que afecta a los conductos biliares intralobulares y septos portales del hígado. Se trata de una patología de origen autoinmune, en la que el sistema inmunitario ataca de forma equivocada a los conductos biliares, causando inflamación y cicatrización gradual de los mismos.

Esta enfermedad colestásica dificulta el flujo normal de la bilis, provocando problemas como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) y prurito intenso (picor de piel). Si no se trata a tiempo, la CBP puede evolucionar hacia una cirrosis hepática.

Síntomas de la colangitis biliar primaria

Los principales síntomas de la colangitis biliar primaria (CBP) incluyen:

Ictericia: La acumulación de bilis en la sangre provoca que la piel y los ojos se vuelvan de color amarillento.

Prurito: Un intenso picor en la piel, particularmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies, es uno de los síntomas más molestos de la CBP.

Fatiga: Muchos pacientes con CBP experimentan niveles abrumadores de cansancio y agotamiento, incluso después de largos períodos de descanso.

Dolor abdominal: Algunos pacientes sienten dolor o molestias en la parte superior derecha del abdomen, cerca del hígado.

Pérdida de apetito y peso: La dificultad para procesar los nutrientes debido a la colestasis puede provocar una disminución del apetito y la consiguiente pérdida de peso.

Estos síntomas suelen aparecer de forma gradual y pueden empeorar a medida que la enfermedad progresa. Es importante que los pacientes con sospecha de CBP consulten a un médico de inmediato para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

Colangitis biliar primaria: diagnóstico y pruebas

Para diagnosticar la colangitis biliar primaria (CBP), los médicos realizarán una serie de pruebas que permiten evaluar el estado de los conductos biliares y la función hepática. Estas pruebas incluyen:

Análisis de sangre: Se analizará la concentración de enzimas hepáticas como la fosfatasa alcalina, gamma-glutamil transferasa y bilirrubina, que suelen estar elevadas en pacientes con CBP.

Anticuerpos antimitocondriales: La presencia de estos anticuerpos en la sangre es uno de los principales marcadores para el diagnóstico de la CBP, ya que se encuentran en más del 95% de los casos.

Biopsia hepática: En algunos casos, puede ser necesaria la realización de una biopsia de hígado para confirmar el diagnóstico y evaluar el grado de daño en el órgano.

Pruebas de imagen: Técnicas como la ecografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética pueden ayudar a visualizar los conductos biliares y detectar posibles anomalías.

Tratamiento para la colangitis biliar primaria

El tratamiento de la colangitis biliar primaria (CBP) se centra en frenar la progresión de la enfermedad y aliviar los síntomas. El pilar fundamental del tratamiento es el uso de medicamentos inmunosupresores, como el ácido ursodesoxicólico (AUDC), que ayuda a reducir la inflamación de los conductos biliares y mejorar el flujo de bilis.

Además, en algunos casos, puede ser necesario recurrir a otros fármacos complementarios, como corticosteroides o antagonistas de los receptores de la endotelina, para controlar síntomas específicos como el prurito intenso. En las etapas más avanzadas de la enfermedad, cuando existe un deterioro significativo de la función hepática, el trasplante de hígado puede ser la única opción terapéutica viable.

Es importante que el tratamiento se lleve a cabo bajo la supervisión y el seguimiento constante de un equipo médico especializado, ya que la CBP es una enfermedad crónica que requiere un manejo integral y multidisciplinar. Solo de esta manera se podrá lograr un control adecuado de la enfermedad y una mejora sustancial en la calidad de vida de los pacientes.

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