¿Cómo debe comportarse si su hijo ha comenzado a fumar?
¿Cómo debe comportarse si su hijo ha comenzado a fumar? ¿Cómo deben los padres acercarse a sus hijos cuando descubren que su hijo fuma? ¿Cuál es la mejor estrategia? ¿Cuál es la mejor manera para que los padres se acerquen a sus hijos? Aquí están las respuestas a estas preguntas…
Si su hijo fuma
Fumar es la adicción más común en el mundo. Al igual que muchas otras sustancias, los cigarrillos se prueban por primera vez durante la adolescencia. Lamentablemente, no es posible eliminar los cigarrillos, que son indiscutiblemente enemigos de la salud, y en los últimos años se han adoptado medidas serias para impedir su consumo. Dar ejemplo En primer lugar, si desea que su hijo desarrolle un comportamiento, debe darle los mensajes correctos. No será convincente decirle a su hijo que no es correcto que él/ ella fume cuando usted fuma. Conozca su importancia a los ojos de su hijo y muéstrele a él/ ella lo que sabe que es correcto practicándolo primero, sea un ejemplo para él/ ella.
Tratar de entender qué causa fumar
Enojarse, castigar, confrontar, pelear no son métodos muy útiles en tales situaciones. Usted puede sentir muchas cosas cuando su hijo usa una sustancia que usted sabe que es dañina. Sin embargo, debe ser cuidadoso y constructivo al transmitir sus sentimientos a su hijo. Mantenerse en contacto debe ser el objetivo más importante. Expresar sus sentimientos como son le impide discutir el tema con su hijo, y aún peor, puede resultar en que su hijo oculte mucha información sobre sí mismos de usted.
Hablar
Averiguar lo que su hijo necesita es la única manera de averiguar cómo ayudarlos como padres. Hable con su hijo. Trate de entender lo que está causando que fume. A veces es un conflicto con amigos que él o ella no puede resolver, o un problema con la escuela o los maestros que se pueden superar. A veces, el único propósito de fumar es demostrar que han crecido. Si conoce el problema, puede apoyar la solución y hablar con su hijo.
¡Da información, no consejos!
Es más eficaz dejar que él/ ella se quejan de fumar que decirle a él/ ella acerca de los negativos. Pregunte cómo es fumar y dejar de fumar. Usted puede apoyar a él/ ella cuando se trata de las partes de fumar él/ ella se queja. Los adolescentes pueden preocuparse más por su apariencia que por su salud. Pueden ver las enfermedades respiratorias u otros problemas de salud como distantes. Así que pueden estar más preocupados por el olor de los cigarrillos, el efecto sobre los dientes, la piel o el desarrollo. Puede proporcionar información sobre estos temas, evitando dar consejos.
Hazla sentir que siempre estás ahí para ella
Anime a su hijo a dejar de fumar y haga que sienta que siempre estará ahí para ellos. Pero no los fuerce o amenace. Siempre ayuda a evitar la confrontación y ser un apoyo que él/ ella puede llegar a.
Tener ocupaciones, participar en actividades deportivas o artísticas, las oportunidades de socialización los mantienen ocupados en experimentos positivos de autorrealización y proporcionan satisfacción. Apoyarlos y asesorarlos en sus intereses.
Fijar una fecha para dejar de fumar
Cuando quieres dejar de fumar;
En primer lugar, debe conocer la naturaleza de los problemas asociados con el tabaquismo. Usted debe ser consciente y estar preparado para el hecho de que los sentimientos del fumador acerca de dejar de fumar pueden variar y que él o ella puede pensar en volver a consumir de vez en cuando. Algunas técnicas pueden funcionar;
Escritura: apoye a su hijo para que escriba por qué quiere dejar de fumar. La lectura será buena para él/ ella cuando el deseo de fumar es muy intenso.
Fije una fecha: Haga él/ella decide en un día para dejar de fumar. Esto iniciará el proceso de abandono.
Ser capaz de decir no: Si alguien fuma al lado de usted, él/ ella será más propensos a querer fumar a sí mismo/ ella misma. Saber esto y tomar precauciones puede ayudar. Estar lejos todo el tiempo no funcionará. Trabajar para decir que no es uno de los pasos más importantes.
Obtener ayuda profesional: Puede ser útil consultar a un médico tanto durante el período de abstinencia como para determinar los factores predisponentes. Recuerde que el tratamiento variará según la gravedad del tabaquismo.