Hipercolesterolemia familiar: causas, síntomas y tratamiento
Hipercolesterolemia familiar: causas, síntomas y tratamiento La hipercolesterolemia familiar es un trastorno genético que se caracteriza por unos niveles elevados de colesterol en sangre desde el nacimiento. Esta condición aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares a una edad temprana. Es importante conocer las causas, síntomas y opciones de tratamiento para esta afección.
¿Qué es la hipercolesterolemia familiar?
La hipercolesterolemia familiar es un trastorno hereditario provocado por mutaciones genéticas que afectan al metabolismo del colesterol. Estas mutaciones impiden que el organismo pueda eliminar el exceso de colesterol LDL (el malo) de la sangre, lo que provoca unos niveles excesivamente altos desde el nacimiento. Esta condición se transmite de padres a hijos, por lo que es común encontrar varios miembros de una familia afectados.
Síntomas de la hipercolesterolemia familiar
Los síntomas más comunes de la hipercolesterolemia familiar incluyen niveles de colesterol total y colesterol LDL muy elevados, así como la aparición de depósitos de grasa visibles bajo la piel (xantomas) y en los párpados (xantelasmas). Estas manifestaciones suelen aparecer a una edad temprana y aumentan significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas prematuras, como infarto de miocardio o aterosclerosis.
Diagnóstico y tratamiento de la hipercolesterolemia familiar
Para diagnosticar la hipercolesterolemia familiar, se realizan análisis de sangre que miden los niveles de colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos. Estos exámenes permiten evaluar el perfil lipídico del paciente y detectar si presenta niveles elevados de colesterol desde el nacimiento. Además, se pueden hacer pruebas genéticas para identificar las mutaciones responsables de esta condición hereditaria.
El tratamiento de la hipercolesterolemia familiar se basa principalmente en la administración de fármacos reductores del colesterol, como las estatinas. Estos medicamentos ayudan a disminuir los niveles de colesterol LDL y a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Junto con el tratamiento farmacológico, también se recomienda realizar cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta saludable y practicar ejercicio regular.
En casos más graves de hipercolesterolemia familiar, donde los niveles de colesterol LDL son excepcionalmente altos y no responden adecuadamente a las estatinas, pueden recomendarse otras terapias más avanzadas, como la aféresis de LDL (un proceso que extrae el colesterol LDL de la sangre) o, en casos extremos, el trasplante de hígado. Estas opciones terapéuticas se suelen reservar para los pacientes con mayor riesgo cardiovascular o que no logran controlar sus niveles de colesterol con los tratamientos convencionales. Hipercolesterolemia familiar: causas, síntomas y tratamiento