Lipoma
Qué es una glándula sebácea?
Lipoma Una glándula sebácea, o lipoma, es un bulto graso de crecimiento lento que generalmente se encuentra entre la piel y la capa muscular subyacente a la piel. Sintiéndose pastoso al tacto, los lipomas generalmente no son sensibles y se mueven fácilmente, incluso con una presión suave del dedo. Los lipomas se detectan generalmente primero en edad media. En algunos casos, se ha observado que un individuo desarrolla más de un lipoma.
Aunque se clasifican como tumores, las glándulas sebáceas no son cancerosas y generalmente son inofensivas. En la mayoría de los casos, no es necesario ningún tratamiento, pero la extirpación quirúrgica es posible si la glándula es incómoda, dolorosa o agrandada.
Causas
Por qué ocurre una glándula sebácea?
La causa de la formación de lipomas aún no ha sido completamente determinada por expertos médicos. Sin embargo, los lipomas son más comunes en familias con el mismo linaje sanguíneo, lo que sugiere que los factores hereditarios probablemente juegan un papel en el desarrollo de lipomas. Aunque se presentan en todos los grupos de edad, los lipomas son más comunes entre los 40 y 60 años de edad.
Cuáles son las complicaciones que pueden ocurrir con las glándulas sebáceas?
Incluso si las glándulas no son cancerosas, rara vez pueden imitar un liposarcoma maligno o canceroso. Al mismo tiempo, dependiendo de su ubicación en el cuerpo, pueden exhibir una apariencia que puede reducir la calidad de vida o causar ansiedad.
Cómo prevenir la sebácea?
No hay manera conocida de prevenir las glándulas sebáceas. Las glándulas sebáceas son tumores benignos por naturaleza. Benigno significa que un tumor existente no tiene posibilidades de diseminarse por todo el cuerpo. Esto significa que las glándulas sebáceas no se diseminan a los músculos u otros tejidos circundantes y no se agrandan de manera potencialmente mortal.
Síntomas
Cuáles son los síntomas y tipos de glándulas sebáceas?
Los lipomas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los lipomas se encuentran típicamente justo debajo de la capa de piel. En muchos casos aparecen alrededor del cuello, hombros, espalda, abdomen, brazos y muslos. Las glándulas tienen una textura suave y un aspecto pastoso. También se pueden mover con una ligera presión del dedo. El tamaño de las glándulas sebáceas es generalmente pequeño, típicamente menos de 5 centímetros. Sin embargo, en algunos casos han alcanzado un tamaño más grande. Algunos lipomas pueden causar dolor. Pueden ser dolorosos si el lipoma crece y presiona los nervios cercanos, o si muchos vasos sanguíneos pasan a través de ellos.
Aunque los lipomas rara vez indican la presencia de una condición médica grave, las personas que notan un bulto o hinchazón en cualquier lugar de su cuerpo deben consultar a su médico para un chequeo.
Métodos de diagnóstico
¿Cómo diagnosticar una glándula sebácea?
Los médicos generalmente pueden diagnosticar las glándulas sebáceas durante un examen físico. Los lipomas son suaves y no duelen. Además, debido a que los lipomas generalmente se componen solo de tejido graso, se mueven fácilmente cuando se tocan.
En algunos casos, el dermatólogo puede tomar una biopsia de la glándula sebácea que se encuentra en el cuerpo del individuo. Durante el procedimiento de biopsia, se toma una muestra de una pequeña parte del tejido y se envía a un laboratorio para su análisis. Este examen se hace para descartar la posibilidad de cáncer. Incluso si un lipoma no es canceroso, rara vez puede imitar un liposarcoma maligno o canceroso.
Si los resultados de la biopsia muestran que una glándula sebácea sospechosa es en realidad un liposarcoma, es posible que sea necesario realizar más pruebas mediante RMN y TC. Es muy poco probable que un bulto que se parece a una glándula sebácea sea en realidad un tipo de cáncer llamado liposarcoma.
Los liposarcomas, tumores cancerosos en los tejidos grasos, crecen muy rápidamente, no se mueven bajo la piel cuando son tocados por un dedo y generalmente causan dolor.
En los casos en que la glándula sebácea continúa creciendo y se vuelve dolorosa, el médico puede eliminar el lipoma con una intervención quirúrgica simple para aliviar el malestar del individuo y excluir la posibilidad de liposarcoma.
¿Cómo desaparece una glándula sebácea?
Los lipomas no se pueden reducir por el autocuidado. Aunque las compresas calientes pueden ser eficaces para otros bultos de la piel, no tienen ningún efecto sobre las glándulas sebáceas, porque los lipomas se componen de una masa de células gordas.
Métodos de tratamiento
¿Cómo tratar una glándula sebácea?
Un lipoma generalmente no requiere ningún tratamiento médico. Sin embargo, si el lipoma es incómodo, doloroso o sigue creciendo, el médico puede recomendar la eliminación. Los tratamientos de lipoma incluyen cirugía, liposucción e inyecciones de esteroides.
Las glándulas sebáceas generalmente se extirpan durante la cirugía cortándolas con métodos quirúrgicos. Es muy raro que la glándula sebácea reaparezca después de la eliminación. Los posibles efectos secundarios de la cirugía de las glándulas sebáceas incluyen cicatrices y moretones. Las intervenciones quirúrgicas que utilizan una técnica conocida como extracción de escisión mínima pueden resultar en menos cicatrices.
La liposucción es otra opción de tratamiento. Dado que las glándulas sebáceas son a base de grasa, este procedimiento puede trabajar para reducir el tamaño de la glándula sebácea. La liposucción se realiza con una aguja conectada a una jeringa grande y el área generalmente se adormece antes del procedimiento.
Las inyecciones de esteroides también se pueden utilizar directamente en el área donde se origina la glándula sebácea. Este tratamiento puede reducir el tamaño de la glándula sebácea, pero no lo elimina por completo.