Los cálculos renales pueden causar pérdida de órganos
Los cálculos renales pueden causar pérdida de órganos La tasa de enfermedad de cálculos renales en toda la vida de una persona varía entre 5-10 por ciento. Esta afección es ligeramente más común en los hombres.
¿Cómo se realiza la cirugía de cálculo renal?
La prevalencia de cálculos renales en la población varía entre 3-7 por ciento. En climas cálidos, la incidencia aumenta debido al aumento de la pérdida de líquidos con el sudor.
¿Qué es un cálculo renal?
Los cálculos renales, un problema de salud común, se forman cuando sustancias como el calcio, el oxalato o el ácido úrico se encuentran en la orina en concentraciones más altas de lo esperado. En algunas personas, la enfermedad de la piedra puede ocurrir sin tal condición. Estas sustancias se precipitan como cristales en el riñón y crecen con el tiempo para formar cálculos renales.
Los cálculos renales pueden crecer sin síntomas
Los cálculos renales a veces pueden crecer sin síntomas hasta que afectan la función renal o causan daño permanente. Las personas que saben que tienen cálculos en sus riñones pero tardan en consultar a un especialista pueden sufrir pérdida de órganos. Cuando la piedra se asienta en la boca del tracto renal, que lleva la orina producida en el riñón a la vejiga, la salida de orina disminuye o se detiene. Si esta situación persiste durante mucho tiempo, la orina regresa y presiona el riñón, haciendo que se hinche. Esta condición, llamada “hidronefrosis”, indica un bloqueo en esa área debido a un cálculo u otra causa.
El síntoma principal de cálculos renales
Los cálculos renales ocurren con varios síntomas. El síntoma más importante es el cese del drenaje de orina del riñón, lo que resulta en dolor, infección y sangrado durante la micción. Si estos síntomas están presentes, se debe consultar a un nefrólogo.
¿Cómo se diagnostican los cálculos renales?
La ubicación del dolor se determina mediante un examen físico. La presencia de glóbulos blancos y de sangre (eritrocitos y leucocitos) en el análisis de orina ayuda a hacer un diagnóstico. En emergencias, se pueden usar radiografías, ultrasonidos o tomografía computarizada para hacer un diagnóstico.
Comer una dieta equilibrada contra los cálculos renales
En promedio, una de cada 10 personas experimentará un problema con cálculos renales al menos una vez en su vida. Aunque muchos factores tales como factores genéticos, consumo insuficiente de líquidos y ciertos medicamentos juegan un papel en la formación de cálculos renales, el consumo excesivo de ciertos alimentos también es importante. Las proteínas animales altas en dietas altas en proteínas y bajas en carbohidratos para perder peso facilitan la formación de cálculos. Esto se debe a que la excreción de calcio, oxalato y urato, que tienen el potencial de formar cristales y precipitar en la orina, aumenta y la sustancia protectora citrato, que impide esta precipitación en la orina, disminuye. Por lo tanto, es importante que las personas que son propensas a la formación de cálculos renales coman una dieta equilibrada.
Recomendaciones dietéticas contra los cálculos renales
Los hábitos alimenticios también juegan un papel importante en la formación de piedras. Aquí están los puntos a considerar…
Beba mucho líquido (al menos 2,5 litros al día), principalmente agua. Asegúrese de reducir el consumo de sal. No consuma más de 1 litro por semana de bebidas ácidas como cola y soda. Reducir el consumo de té. Medio litro de jugo cítrico fresco como el limón puro y el jugo de naranja juega un papel protector en la formación de piedras.
Tenga en cuenta que el consumo de leche y productos lácteos previene esta enfermedad. Si elimina completamente los alimentos que contienen calcio de su dieta, corre el riesgo de formar más cálculos de oxalato de calcio. No siga dietas carentes de alimentos como leche, yogur y queso. Solo tenga cuidado de no consumir cantidades excesivas.
Elija alimentos con mucha fibra. Limitar el consumo de remolacha, soja, té negro, chocolate, cacao, higos secos, pimienta negra, avellanas, perejil, semillas de amapola, espinacas, fresas, moras, etc., que contienen altos oxalatos.
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas, anchoas, sardinas, despojos, setas, espinacas, espárragos, coliflor y carnes rojas.
Consejos de prevención para las personas que pasan cálculos renales por primera vez
Las personas que pasan piedras por primera vez suelen ser aconsejados para aumentar su ingesta diaria de líquidos a 2,5 litros por día. Beber agua regularmente durante el día, incluso por la noche, aumenta la cantidad de orina y disminuye la concentración de sustancias que forman piedras en la orina. No se recomienda que las personas con cálculos de calcio limiten su ingesta de calcio en la dieta. Las dietas bajas en calcio pueden aumentar el riesgo de cálculos de calcio en algunas personas.
Las personas que han tenido antecedentes de enfermedad por cálculos o que están en alto riesgo suelen someterse a pruebas más detalladas. Se utilizan análisis de orina y sangre especiales para investigar la causa de la recurrencia de la enfermedad del cálculo. Si se encuentra un factor, por ejemplo un exceso de una sustancia formadora de piedras o una deficiencia de sustancias protectoras en la orina, se puede recetar medicamento para corregir la condición. Además, se pueden realizar PIV o TC para visualizar cálculos asintomáticos o anomalías anatómicas en el tracto urinario que puedan predisponer a la formación de nuevos cálculos. Si se encuentra una piedra, se analiza. Según este análisis, se puede prescribir la medicación apropiada para prevenir la formación de nuevas piedras.
Cirugía de cálculos renales
Los cálculos en el riñón o en la parte superior y media del canal urinario se aplastan bajo la supervisión de un médico, a veces utilizando ondas de choque externas. Los pedazos rotos se excretan con la orina de la persona. En los casos en que este método no se puede utilizar, el cálculo se rompe con un láser en condiciones de sala de operaciones y se elimina del tracto urinario endoscópicamente. Los cálculos grandes en el riñón se extraen del riñón al entrar por la espalda.
10 maneras de proteger los riñones
Alimentar los riñones con agua, Limitar la ingesta de proteínas, Abre con la sal, Ama el limón, Evite las fuentes de oxalato, No tengas miedo del calcio, Digan no a las bebidas gaseosas,
Seguir moviéndose,
No estreses los riñones, No descuide los chequeos.