No hables así a tus hijos adolescentes
No hables así a tus hijos adolescentes Durante la adolescencia, hay cambios serios en la psicología de nuestros hijos. Esta es la razón por la que debe tener mucho cuidado con las oraciones que utiliza hacia ellos.
¡No use estas frases a su hijo durante la pubertad!
La adolescencia es un período de rápido crecimiento y desarrollo entre la infancia y la edad adulta durante el cual se producen cambios biológicos, psicológicos y físicos. En este período, que generalmente cubre el rango de edad de 12 a 19 años, el niño y/o joven entra en la edad adulta, intenta muchos comportamientos y roles uno tras otro, y experimenta complejidad en emociones y pensamientos. Según estudios científicos, muchas enfermedades mentales, especialmente la depresión, son más comunes durante la adolescencia. El rechazo, la incoherencia y el descontrol de las actitudes parentales a las que están expuestos los adolescentes durante este período constituyen un importante factor de riesgo de enfermedades psiquiátricas. Por el contrario, en este proceso caótico específico de la época, la orientación de los padres, la aceptación y, cuando sea necesario, las actitudes restrictivas hacen que sea más fácil para el adolescente hacer frente a las nuevas situaciones que él/ ella encuentra y superar este proceso más armoniosamente. En este punto, es de gran importancia “comunicarse correctamente” con el adolescente. Por ejemplo, hay algunas frases utilizadas por los padres que traen ‘daño’ en lugar de ‘beneficio’ y pueden conducir a una ruptura en la comunicación y la aparición de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad en el adolescente.
Frases que los padres nunca deben usar cuando hablan con adolescentes…
“No puedes hacer nada de todos modos”
Los adolescentes pueden experimentar sentimientos de insuficiencia de vez en cuando en su búsqueda de identidad. Esto no debe interpretarse como una falta de confianza en sí mismo. Cualquier declaración despectiva y denigrante hecha por los padres hacia el adolescente, que ya es bastante frágil debido al período que él/ ella está en, tanto aumentar la ira del adolescente y hacer que él/ ella se sienten inadecuados.
“¿Por qué ….?”
Las frases que comienzan con la pregunta “¿Por qué?” son acusatorias. Por ejemplo, una pregunta como “¿Por qué estabas allí en ese momento?” dirigido por un padre a un adolescente que expresa su/ su angustia puede crear un sentimiento de ser culpado, fuertemente criticado, no entendido y puede causar que el adolescente se vuelva más retraído. Por esta razón, es muy importante que los padres tengan cuidado de hacer la pregunta “¿qué?” (¿qué pasó?, ¿qué piensas? etc.) en lugar de “¿por qué?”.
“Por lo que has pasado… cuando yo tenía tu edad…”
Esta forma de comunicación hace que el adolescente se sienta inadecuado e indefenso. El adolescente, que está expuesto a estas expresiones que hacen que él/ ella se sienta impotente, responde airadamente a sus/ sus padres. Este estilo de comunicación continuo puede conducir a una relación conflictiva padre-hijo.
“Así es como debes comportarte al respecto”
Cuando los padres hablan de manera aleccionadora, los adolescentes que están tratando de ganar autonomía se enojan y actúan más defensivamente. Con el fin de que los padres actúen de una manera que guía, deben permitir que el adolescente para expresar sus/ sus sentimientos y pensamientos sobre el problema actual, y deben encontrar soluciones juntas teniendo en cuenta sus/ sus necesidades, que constituye un estilo de comunicación más eficaz.
“Hacemos lo que quieras… somos como amigos…”
Según los estudios, tanto las actitudes paternales excesivamente permisivas como las excesivamente controladoras/restrictivas desempeñan un papel importante en los problemas de adaptación de los adolescentes e incluso en las enfermedades mentales, especialmente la depresión. Las actitudes excesivamente democráticas pueden ser percibidas por el adolescente como falta de disciplina. Los adolescentes que no son supervisados y sancionados pueden sentirse vacíos e intentar cometer actos dañinos.
“Estoy harto de tus errores…actúas como un niño….”
Cuando los padres usan estas y expresiones similares, están dirigiendo su ira hacia el adolescente individual, no hacia el comportamiento del adolescente. Este tipo de discurso utilizado por los padres contra el adolescente hace que él/ ella se sienten rechazados. Si este
tipo de comunicación muestra continuidad, pueden surgir algunos problemas emocionales y de comportamiento en el adolescente que no puede hacer frente al sentimiento de rechazo.