¿Qué es el Sistema Límbico? El daño al sistema límbico, que es responsable de controlar los impulsos emocionales, puede causar problemas psicológicos y fisiológicos relacionados.
Tareas del sistema límbico “No puedo controlar mi ira, pero luego me arrepiento mucho de mis acciones.”
“A veces me resulta difícil incluso hacer mi rutina diaria. Estoy abrumado por emociones intensas.”
Desafortunadamente, para muchos de nosotros, estas frases no son desconocidas. Los altibajos emocionales afectan nuestra calidad de vida más de lo que podemos imaginar. Examinaremos el sistema límbico con el apoyo de la neurociencia para comprender mejor la razón de todas estas experiencias emocionales y abordar el tema desde una perspectiva diferente.
El sistema límbico se puede definir como un pequeño pero muy importante conjunto de estructuras en el cerebro. Se define como el sistema de red cerebral responsable de controlar los impulsos emocionales y la formación de la memoria. Además de albergar el miedo, la ira, el hambre, los centros sexuales, también lleva a cabo funciones de aprendizaje y recuerdo. El sistema límbico soporta muchos elementos básicos como la emoción, el comportamiento, la memoria y el aprendizaje que son esenciales para la supervivencia humana. Por esta razón, el sistema límbico también se conoce como el ‘sistema nervioso emocional’. En años anteriores, el sistema límbico también se conoce como el cerebro olfativo, ya que se pensaba que estaba relacionado principalmente con el sentido del olfato.
El mundo científico continúa sus estudios y debates sobre qué estructuras están incluidas en el sistema límbico. Sin embargo, según los datos actuales, muchos científicos sostienen que el hipocampo, la amígdala, el tálamo y el hipotálamo están incluidos en el sistema límbico. Hipocampo: Hay dos hipocampo a cada lado del cerebro humano. Estos dos hipocampo son los centros de memoria del cerebro humano. El hipocampo también está relacionado con el aprendizaje y las emociones. Si el hipocampo está dañado de alguna manera, puede causar serios problemas de memoria. Amígdala: La amígdala se encuentra justo al lado del hipocampo. Nuestras reacciones emocionales se forman en la amígdala. La amígdala es el centro de control de nuestra
felicidad, excitación, ira, ansiedad y otras emociones. La amígdala interactúa con el hipocampo, añadiendo contenido emocional a los recuerdos. Tálamo: Responsable de otros órganos sensoriales como el gusto, la vista, el oído, el oído y el tacto, excepto el sentido del olfato. El hipotálamo: regula el sistema endocrino (secreción hormonal), el sistema nervioso autónomo (funciones vitales que no están bajo nuestro control como la respiración, la digestión, los latidos del corazón, la salivación, la sudoración) y el ciclo del sueño. Sus principales funciones son la nutrición, la sexualidad, la temperatura corporal y la regulación del reloj biológico.
Tareas del sistema límbico Ahora se sabe que el sistema límbico controla muchas funciones importantes en la vida humana. Las redes neuronales del sistema límbico trabajan en conjunto con otras estructuras cerebrales para controlar una variedad de funciones fisiológicas y psicológicas, incluyendo emoción, comportamiento, motivación, formación de memoria, olfato, sueño (sueño), apetito, deseo sexual. Las funciones del sistema límbico pueden resumirse como sigue:
Evaluación y procesamiento de emociones y reacciones emocionales, Reconociendo las amenazas y dando al cuerpo un mensaje de lucha o huida, Deseo sexual, Aprendizaje, Consolidación y recuperación de la memoria, Respuesta emocional al dolor, Regulación del comportamiento agresivo y combativo, El sentido del olfato, Control de algunos comportamientos motores.
El sistema límbico es también el vínculo entre las emociones y las respuestas físicas. Por ejemplo, el estrés puede causar presión arterial alta con el tiempo, o problemas emocionales pueden afectar el sistema digestivo.
Enfermedades del sistema límbico Los problemas en el sistema límbico pueden llevar a muchos problemas psicológicos y fisiológicos. Los problemas potenciales dependen de dónde se encuentre el daño en el sistema límbico. Por ejemplo, el daño a la amígdala puede causar problemas con el sentido del miedo, por lo que es incapaz de entender las situaciones preocupantes. La persona puede sufrir porque no puede comprender situaciones peligrosas. El daño al hipocampo puede afectar la memoria o dificultar el aprendizaje de cosas nuevas. Daños al
hipotálamo puede causar cambios en la producción de ciertas hormonas, lo que puede perjudicar la salud psicológica. Las posibles consecuencias de los problemas en el sistema límbico pueden enumerarse como sigue:
Convulsiones, epilepsia o trastornos del movimiento, Comer en exceso, comer emocionalmente impulsado u otras irregularidades del apetito, Abuso de sustancias o adicción, Síndrome de activación de mastocitos, que puede causar una variedad de síntomas
crónicos, Baja energía, fatiga crónica, Dolor que no se va, La motivación baja, la depresión, Ser fuertemente afectado por estímulos suaves tales como sonido, luz, olor, tacto, estímulos táctiles, estrés,
Trastorno de estrés postraumático, Fatiga mental, Problemas como mala adaptación, pérdida de memoria, demencia o Alzheimer, Cambios de comportamiento como comportamiento desinhibido, irritabilidad, violencia, cambios de humor,
Un estado de niebla cerebral, definido como una tensión en las funciones cognitivas, Trastornos de miedo y ansiedad, Cambios en la libido, Diferentes problemas con el sistema digestivo, Trastorno obsesivo compulsivo, Esquizofrenia Trastorno bipolar, Trastornos del movimiento (Huntington y Parkinson, etc.)