¿Qué es la meningitis? El diagnóstico temprano juega un papel importante en la meningitis. El único método de protección contra la meningitis es la vacunación.
¿Cuáles son los síntomas de la meningitis? La fiebre en los niños alarma a los padres. Porque la fiebre alta puede ser un signo de enfermedades importantes. Una de estas enfermedades es la meningitis. La meningitis, definida como inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, amenaza tanto la vida como el futuro de los niños. El diagnóstico temprano juega un papel importante. El único método de protección contra la meningitis es la vacunación. Cosas que debes saber sobre la meningitis…
Síntomas de la meningitis La meningitis, que tiene síntomas comunes como dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez en el cuello y rigidez en el cuello, también puede causar náuseas y vómitos. También se observa evitación de mirar la luz brillante, confusión, convulsiones, manos y pies fríos, escalofríos, respiración rápida, dolor articular y muscular. Además, la meningitis se puede detectar en niños menores de 2 años con síntomas como comer menos, gemidos o llanto agudo, una apariencia pálida y con manchas, tensión excesiva e hinchazón de la fontanela en la cabeza y rigidez. Si se observan varios de estos síntomas, es necesario consultar a un médico de inmediato. Si hay síntomas neurológicos, el riesgo de muerte o daño permanente aumenta.
¿Cómo se transmite la meningitis? El grupo de mayor riesgo de meningitis es el de los lactantes de entre 6 y 12 meses. Esta enfermedad puede causar la muerte en 25 a 55 por ciento de los casos. La meningitis, que es muy probable que cause daños permanentes, se transmite por gotitas en el aire. Esta enfermedad es una de las enfermedades infecciosas más temidas de la infancia. Esto se debe a que a esta edad, el sistema inmunológico no puede desarrollarse lo suficiente. Además, la debilidad anatómica en la barrera hematoencefálica, que es una de las características de la infancia, aumenta el riesgo de contraer la enfermedad. Estas características permiten que la meningitis se propague rápidamente por todo el cuerpo después de la infección. Además, también puede causar daño al afectar la función cerebral.
¿Es posible curar la meningitis?
El diagnóstico y el tratamiento tempranos juegan un papel vital en la meningitis. En la meningitis, que es probable que reaparezca, se puede desarrollar resistencia a los antibióticos. Además de las convulsiones, especialmente en los recién nacidos, puede haber secuelas de rigidez en los músculos. Se puede observar pérdida de audición, parálisis facial, pérdida de conciencia, retraso o debilidad en el crecimiento y desarrollo, y debilidad en el aprendizaje. Después de que aparecen los síntomas, el diagnóstico definitivo se hace tomando una muestra del líquido cefalorraquídeo a través de un procedimiento llamado ‘punción lumbar’ y aislando el antígeno bacteriológico, celular, análisis químico y agente de cultivo. El tratamiento antibiótico se selecciona según la edad de la persona y el tipo de agente causal, mientras que su duración varía entre 7-21 días.
¡Puede dejar daños permanentes! En los niños que reciben un diagnóstico temprano y un tratamiento antibiótico adecuado, la meningitis se cura sin dejar ningún daño; sin embargo, en pacientes con diagnóstico tardío, tratamiento incorrecto o inadecuado, se pueden ver discapacidades como sordera, trastorno del comportamiento, alteración de la concentración, alteración de la coordinación, fatiga, limitación del movimiento. Aunque algunas quejas se resuelven con el tiempo, otras pueden dejar daños permanentes. La meningitis puede limitar la vida de una persona y cambiar sus actividades. En los niños, el síndrome de hiperactividad y los problemas de aprendizaje se pueden observar después de la meningitis. En la edad adulta pueden surgir problemas que afectan a la vida social y laboral. También se pueden observar trastornos de personalidad antisociales e incompetencia en trabajos que requieren habilidades. El diagnóstico precoz es de gran importancia para prevenir daños permanentes en los niños.
La higiene es importante Cualquier persona que haya estado en contacto con una persona con meningitis debe recibir tratamiento antibiótico preventivo. Seguir las normas de higiene y lavarse las manos con frecuencia evitan que los gérmenes peligrosos lleguen al cuerpo. También se sabe que la lactancia materna protege a los bebés de la meningitis. Algunas personas sanas tienen bacterias en la boca y solo pueden contagiarse sin enfermarse. Los estudios muestran que hasta el 10 por ciento de todas las personas portan bacterias en la nariz o la garganta. Además, factores como la fatiga o una vida estresante también hacen que las personas sean más vulnerables a la meningitis.
¿Qué es la meningitis? La vacunación contra la meningitis no puede descuidarse Es posible proteger contra la gripe hemofílica, meningococo y bacterias neumocócicas, que son agentes importantes de la meningitis, especialmente en los niños, con la
vacunación. Mientras que los meningococos son responsables del 60 por ciento de los casos de meningitis en Turquía, la vacunación contra los neumococos y hemophilus
influenzae, que son responsables de tasas más bajas, ha sido implementado por el estado desde 2009 y 2006. La vacuna antimeningocócica se administra con la guía de familias y pediatras. En Turquía, los tipos W, B y A de meningococos pueden causar infección. Es posible protegerse contra los tipos A, C, Y, W-135 con una vacuna meningocócica conjugada 4-valente. La vacuna conjugada contra el tipo B aún no se ha desarrollado, pero se está preparando una vacuna derivada del ADN bacteriano. La vacuna antimeningocócica conjugada de 4 valentes que contiene los tipos A, C, Y y W-A135 se incluye en el programa de vacunación de rutina en muchos países. Mientras que la vacuna está en uso rutinario en 16 países, incluyendo Europa, América del Norte y Australia; en los Estados Unidos, ha estado en el calendario nacional de vacunación desde 2006.