Tratamiento para las disfunciones sexuales
Tratamiento para las disfunciones sexuales Dentro de Acıbadem Health Group, el tratamiento de las disfunciones sexuales se proporciona con un enfoque holístico con la participación de nuestros médicos de urología, obstetricia, ginecología, psiquiatría y, cuando sea necesario, médicos de otras ramas. La confidencialidad se respeta estrictamente en las aplicaciones y tratamientos. Dependiendo de la naturaleza del problema, los especialistas pertinentes proporcionan diagnóstico y tratamiento en coordinación.
Servicios de diagnóstico y tratamiento de disfunciones sexuales
¿Qué son los problemas sexuales?
Los problemas sexuales incluyen todos los problemas médicos, psicológicos, sociales y culturales que impiden que un individuo o una pareja masculina o femenina establezca y mantenga una vida sexual sana y satisfactoria. Estos incluyen temores y ansiedades sobre la sexualidad, vergüenza, sentimientos de culpa y pecaminosidad, renuencia sexual y frigidez, incapacidad para tener relaciones sexuales, dolor o contracción durante las relaciones sexuales, disfunción eréctil en los hombres, eyaculación precoz o dificultad en la eyaculación, falta de excitación o problemas de orgasmo en las mujeres. Además, deben añadirse a ellos las diferencias en la compatibilidad sexual, la comprensión y el enfoque entre los cónyuges y los diversos problemas sexuales derivados de la relación.
¿Cuál es la prevalencia de disfunciones sexuales en hombres?
La disfunción sexual más común en los hombres está relacionada con la erección. En estudios realizados en todo el mundo, aproximadamente el 55% de los hombres de 40 a 70 años tienen disfunción eréctil leve, moderada o severa. La pérdida del deseo sexual se observa en el 15% de los hombres adultos y el 30% de los hombres mayores de 50 años. 30% de los hombres experimentan la eyaculación precoz. 10% de los hombres experimentan eyaculación intermitente o eyaculación tardía.
¿Cuál es la prevalencia de disfunciones sexuales en las mujeres?
En las mujeres, la renuencia sexual y la incapacidad o dificultad para alcanzar el orgasmo son los problemas más comunes. Tasas similares se aplican a las mujeres. Al menos un tercio de las mujeres
se quejan de que han tenido casi ningún deseo sexual a lo largo de sus vidas, y 30-50% reportan dificultades orgásmicas. En tercer lugar, hay un problema llamado “vaginismo” en la medicina, que podemos definir brevemente como la contracción de los músculos en la entrada del órgano sexual en las mujeres por razones psicológicas con el temor de las relaciones sexuales y la incapacidad de las relaciones sexuales para ocurrir.
¿Cuáles son las causas de las disfunciones sexuales?
Las causas se dividen en dos categorías principales:
1. Causas orgánicas: Enfermedades vasculares, hipertensión, diabetes, enfermedades crónicas, efectos secundarios de medicamentos, consumo de alcohol o drogas
2. Causas psicológicas: Problemas de relación con la pareja, depresión, trastornos de ansiedad, influencia de rasgos de personalidad
Sin embargo, no siempre hay una clasificación pura del problema que suele ocurrir. Ambos factores (orgánico y psicológico) pueden estar involucrados.
¿Cómo se debe determinar la ruta del tratamiento?
La primera evaluación consiste en determinar si el problema es psicológico o físico. Los médicos pertinentes realizan las consultas necesarias, se aplican métodos de diagnóstico y se inicia el tratamiento. Los métodos de tratamiento incluyen medicamentos, terapias psicológicas, terapias sexuales, terapias sexuales y cirugía.
¿Es útil que la pareja sea evaluada y tratada junta?
Los problemas sexuales son más fáciles y rápidos de tratar en parejas con una buena relación, donde hay amor y confianza entre ellos. Sin embargo, también hay programas de tratamiento para las personas que están solteras o no en una relación regular.
¿Qué pasa si no se trata?
Los problemas sexuales a menudo pueden ser una causa importante de trauma psicológico para hombres y mujeres. Si no se proporciona una solución, la situación se vuelve más complicada al causar problemas adicionales como infelicidad, pesimismo, incapacidad para disfrutar de la vida, sentirse sin valor. Además, la vida cotidiana de la persona y las relaciones interpersonales,
especialmente con su cónyuge, puede deteriorarse.